A medida que el cultivo celular ha ganado más importancia en la investigación, ha evolucionado, y la incubadora ha evolucionado junto con él.
Carl se licenció en biología molecular y celular en la Universidad de Illinois y completó su maestría en Biotecnología en la Universidad Northwestern. Antes de incorporarse a PHCNA, Carl participó en diversas áreas de investigación biomédica, como biología celular y molecular, microbiología, investigación oncológica y desarrollo de ensayos de diagnóstico clínico. Anteriormente, trabajó en la Facultad de Medicina de Northwestern y en Nanosphere (ahora Luminex), una empresa de nanobiotecnología de Illinois.
P : ¿CÓMO HA EVOLUCIONADO EL CULTIVO CELULAR EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS?
R : El cultivo celular existe desde hace varias décadas, de una forma u otra. Históricamente, se utilizaba en modelos de investigación e I+D en el sector farmacéutico. Ha evolucionado durante muchos años, especialmente en los últimos cinco años, con métodos como andamiajes y cultivos celulares 3D, donde podemos empezar a imitar tejidos con mucha mayor precisión. A medida que el cultivo celular ha cobrado mayor importancia en el estudio y las líneas celulares primarias (células extraídas directamente de una biopsia o de un paciente y cultivadas), que son de naturaleza delicada, ha tenido que evolucionar. Y la incubadora también lo ha hecho.
P : ¿QUÉ TIPO DE AMBIENTE SE NECESITA PARA MANTENER EL CULTIVO CELULAR EN LOS LABORATORIOS CLÍNICOS?
R : Las células muy resistentes necesitan niveles estándar de CO2, temperatura y humedad del 5 %. En cambio, con el método clínico, se requiere un control riguroso de la temperatura y los gases. Por lo tanto, la potencia, la versatilidad y un control preciso de los entornos (niveles de CO2, oxígeno y temperatura) cobran una importancia aún mayor.
Nuestro principio central en el diseño de incubadoras es tener en mente la mejor salud celular. Utilizo la analogía de incorporar los mejores cerebros y nervios, es decir, contar con el microprocesador más inteligente que lo controle todo y con sensores de la más alta calidad para aspectos como la temperatura, los gases y otros diagnósticos. Si se abre una puerta en la incubadora, se rompe ese ambiente ideal para la célula, ya que los gases se escapan rápidamente y la temperatura podría variar. Lo que buscamos es un sistema altamente reactivo que reconozca esa desviación del gas o la temperatura y que informe a los parámetros en tiempo real para que vuelvan a su entorno normal. Debe reconocer que el nivel de CO2 es incorrecto y reducirlo rápidamente sin sobrepasarlo. Debe reconocer al instante que la temperatura es incorrecta y recuperarse de la manera más uniforme posible. Ese es el concepto que hemos incorporado a medida que nuestra incubadora ha evolucionado hasta su forma más reciente: monitoreo, control y recuperación en tiempo real de los parámetros de la incubadora, para que podamos imitar adecuadamente el cuerpo humano o animal del que provienen estas células.
P : ¿QUÉ TIPOS DE APLICACIONES CLÍNICAS REQUIEREN ENTORNOS CELULARES CON CONTROL DE PRECISIÓN MÁS ESTRICTO?
R : Un ejemplo es la implantación de embriones para la fertilización in vitro. Otro es la terapia con células CAR-T para el tratamiento de tumores circulantes y sólidos. En esencia, extraemos sangre y células inmunitarias de un paciente con cáncer, las estudiamos, las manipulamos y las reinyectamos para combatir el cáncer. La incubadora es una parte fundamental de este proceso. Hay un largo periodo de incubación en el que debemos dejar que estas células crezcan fuera de su entorno natural, por lo que debemos asegurarnos de que se ajusten a los parámetros. Al pasar de la investigación al ámbito clínico, la importancia de la salud celular a lo largo de todo su proceso, desde la extracción del paciente, pasando por una placa de cultivo celular y una incubadora, hasta su reintroducción en el paciente, es extremadamente importante.
P : ADEMÁS DE MANTENER LOS PARÁMETROS ADECUADOS PARA EL CULTIVO CELULAR, ¿QUÉ OTRAS FUNCIONES CUMPLE LA INCUBADORA?
R : Además de controlar los parámetros celulares durante su crecimiento, también existe la idea de protegerlas de la contaminación microbiana y la contaminación cruzada. Los microbios nos rodean. Están adaptados a vivir en el mundo, en nuestra piel y en nuestros intestinos. Coexistimos con estos enemigos naturales del cultivo celular, por lo que necesitamos una incubadora que los mantenga a raya.
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