¿Qué es la viruela del mono?
La viruela del simio es un ortopoxvirus perteneciente a la familia Poxviridae que causa la enfermedad de la viruela del simio. Si bien el virus de la viruela del simio se identificó por primera vez en 1958 en un laboratorio danés, la viruela del simio humana se descubrió como una enfermedad viral zoonótica muchos años después, en 1970, en la República Democrática del Congo. Desde entonces, se ha propagado a diversas partes de África.
Existen varios ortopoxvirus que infectan a los humanos, entre ellos el virus de la viruela (también conocido como viruela), el virus vaccinia (utilizado en la vacuna antivariólica), la viruela bovina y la viruela del mono. Debido a las similitudes genéticas entre los virus de la viruela y la viruela del mono, la vacunación antivariólica proporciona inmunidad cruzada contra la infección de viruela del mono, lo que proporciona aproximadamente un 85 % de protección y reduce la gravedad de la enfermedad en los pacientes infectados.
Sin embargo, tras la declaración de la erradicación mundial de la viruela en 1980, la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso fin a sus programas de inmunización antivariólica y, durante los 40 años siguientes, un número cada vez mayor de personas se volvió susceptible a las infecciones por viruela del simio. De hecho, a mediados y finales de la década de 1980, la viruela del simio se consideraba el ortopoxvirus más importante causante de infecciones en humanos.
¿Cuáles son los síntomas de la viruela del mono?
Las manifestaciones clínicas de la viruela del simio son muy similares a las observadas en los casos de viruela, aunque relativamente más leves. Los síntomas pueden variar desde fiebre, escalofríos e inflamación de los ganglios linfáticos (durante las primeras etapas de la infección) hasta la aparición de una erupción cutánea que progresa por varias etapas, comenzando a menudo con una ampolla o pústula que se ulcera antes de formar costras y cicatrizar. Algunos pacientes pueden desarrollar primero la erupción cutánea. En el brote actual, los pacientes infectados suelen presentar lesiones en los genitales. Estas lesiones se asemejan visualmente a otras infecciones como la sífilis, el herpes o la varicela, que también pueden localizarse en las zonas genitales, lo que puede llevar a un diagnóstico erróneo.
¿Cómo se propaga la viruela del mono?
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la viruela del simio puede transmitirse por contacto directo con fluidos corporales, llagas o artículos contaminados (p. ej., ropa de cama, prendas de vestir y toallas) de una persona infectada. La propagación también puede ocurrir a través de secreciones respiratorias, especialmente en la proximidad o por contacto cara a cara.
Estado actual de la viruela del simio
Mientras el mundo sigue lidiando con la pandemia de COVID-19, la viruela del simio ha surgido en países donde el patógeno no suele ser endémico. Este brote inesperado es motivo de máxima alerta y preocupación para la salud pública. Hasta el 5 de julio de 2022, los CDC habían reportado 6924 casos de viruela del simio a nivel mundial y 559 casos en EE. UU. Los tres países con más casos humanos hasta la fecha son España, el Reino Unido y Alemania.
Metodologías y directrices de prueba actuales
Según las directrices de los CDC y la OMS, los casos sospechosos de viruela del simio deben someterse a pruebas para determinar un tratamiento preciso. Las pruebas deben realizarse en laboratorios debidamente equipados por científicos y técnicos que conozcan a fondo las normas de seguridad y los procedimientos de manipulación de muestras infectadas por el virus. Las infecciones por el virus de la viruela del simio se confirman mediante pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT), ya sea mediante reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en tiempo real o convencional, para detectar secuencias únicas de ADN viral. La PCR puede emplearse sola o en combinación con técnicas de secuenciación.
Prevención y tratamiento
Si bien actualmente no existen pautas establecidas para el tratamiento de la viruela del mono, debido a que la viruela del mono y la viruela tienen similitudes genéticas, se sugirió que los antivirales y las vacunas desarrolladas y utilizadas para la viruela se pueden utilizar para tratar y prevenir la enfermedad de la viruela del mono.
En cuanto a las intervenciones preventivas no farmacéuticas, la mejor estrategia para que una comunidad controle y prevenga la propagación de enfermedades infecciosas es reducir el contacto humano con animales y personas infectadas. Además, la vigilancia y la educación continuas de la población general son otra medida eficaz para contener la propagación de enfermedades.
Citando artículos de PALLAVI UPADHYAY, PHD
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