Desde institutos y universidades hasta centros de investigación de vanguardia, las pipetas son un elemento básico en los laboratorios de todo el mundo. Estos pequeños pero prácticos instrumentos vienen en una variedad de tamaños, diseños y capacidades, y se utilizan diferentes pipetas según la aplicación. A continuación, analizamos las mejores prácticas para usar una pipeta en el laboratorio. También abordamos algunos datos importantes sobre las pipetas, como su historia, los tipos de modelos y los usos de los aparatos de laboratorio.

¿Qué es una pipeta de laboratorio?

Las pipetas de laboratorio son herramientas diseñadas específicamente para que los científicos transporten líquidos de forma segura y precisa. Comúnmente utilizadas en laboratorios de biología, química y medicina, estos instrumentos accionados por pistón se asemejan a jeringas y están disponibles en una amplia variedad de diseños, desde pipetas de vidrio básicas de una sola pieza hasta sofisticadas pipetas electrónicas. La exactitud y precisión pueden variar considerablemente entre diseños, y los laboratorios eligen las pipetas según sus necesidades específicas. Algunas pipetas se operan manualmente, mientras que otras cuentan con tecnología automática.

¿Cómo funcionan las pipetas de laboratorio?

La mayoría de las pipetas de laboratorio utilizan un sistema de vacío sobre la cámara de retención de líquido para aspirarlo y liberarlo. Este diseño de desplazamiento de aire se utiliza tanto en pipetas manuales como electrónicas, y la punta se inserta justo debajo de la superficie del líquido. A continuación, se libera la presión sobre el émbolo, lo que succiona el líquido hacia la punta. Para liberarlo, se aplica presión al émbolo, lo que lo impulsa hacia abajo por la cámara y hacia afuera por la punta.

La historia de las pipetas de laboratorio

Si bien el concepto de pipetas existe desde hace más de un siglo, la primera micropipeta no se patentó hasta 1957. Fue desarrollada por el científico alemán Dr. Heinrich Schnitger, fundador de Eppendorf, fabricante líder de instrumentos de laboratorio. Schnitger inició su producción comercial en 1961, y las micropipetas Eppendorf ganaron rápidamente popularidad en laboratorios de todo el mundo.

Al inventor estadounidense Warren Gilson y al profesor de bioquímica Henry Lardy también se les atribuye el desarrollo de las micropipetas ajustables. Al ofrecer diferentes combinaciones de tamaño y volumen, las micropipetas ajustables aumentan la flexibilidad en el laboratorio.

Micropipetas y macropipetas

Diseñadas con precisión, las micropipetas permiten a los científicos extraer, transportar y dispensar líquidos con precisión en el rango de microlitros. Su capacidad varía entre 1 y 1000 microlitros. Las macropipetas están diseñadas para cantidades mayores y ofrecen un rango de capacidad de entre 0,25 y 5 ml.

Tipos de pipetas de laboratorio

A lo largo de las décadas, los fabricantes han desarrollado una variedad de pipetas para aplicaciones especializadas. Hoy en día, existen una gran variedad de diseños, con una precisión y exactitud que varían considerablemente entre modelos. A continuación, enumeramos algunas de las pipetas más comunes en los laboratorios.

1.Pipetas monocanal
También conocidas como pipetas de desplazamiento de aire de volumen variable, las pipetas monocanal son extremadamente versátiles y pueden utilizarse en diversas aplicaciones. La mayoría ofrece un amplio rango de volumen, de 0 a 2500 microlitros. Según la aplicación, los científicos pueden optar por usar pipetas monocanal de volumen ajustable o fijo.

El tamaño pequeño y compacto de las pipetas monocanal las hace ideales para usar con recipientes de origen y destino pequeños, como tubos cónicos y recipientes con tapa abatible. Además de ser lo suficientemente compactas para usarse con recipientes pequeños, las pipetas monocanal funcionan bien con canales y placas de pocillos.

Las pipetas monocanal de alta calidad no solo son eficientes, sino también ergonómicas y están diseñadas para que la experiencia del usuario sea lo más intuitiva y cómoda posible. Esto ayuda a minimizar el riesgo de lesiones por esfuerzo repetitivo y aumenta la exactitud y la precisión.

Aunque compactas y fáciles de usar, las pipetas monocanal solo permiten transferir una muestra líquida a la vez. Esto significa que su uso puede resultar tedioso y lento cuando se requieren múltiples transferencias.

2.Pipetas multicanal
Ideales para aplicaciones de microplacas, las pipetas multicanal son ideales para aplicaciones a pequeña escala y tareas repetitivas. La mayoría cuenta con entre 8 y 12 cabezales y permite a los científicos transferir múltiples muestras líquidas con un solo dispositivo.

La productividad es una de las principales ventajas de las pipetas multicanal, ya que esta tecnología reduce significativamente el número de transferencias individuales necesarias. Suelen ser la opción preferida por los científicos que trabajan en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), el ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA) y la investigación en cultivos celulares.

Si bien las pipetas multicanal reducen el número de transferencias individuales necesarias, pueden causar fatiga en las manos. Por ello, muchas pipetas multicanal incorporan puntas con resorte para reducir la tensión en las manos, minimizar el riesgo de lesiones por esfuerzo repetitivo y optimizar el funcionamiento de la pipeta en el laboratorio.

3.Pipetas electrónicas
Las lesiones por esfuerzo repetitivo son uno de los riesgos más comunes que enfrentan los científicos de laboratorio. Las pipetas electrónicas minimizan el riesgo de lesiones al automatizar el proceso de desplazamiento del aire. Equipadas con un motor interno, las pipetas electrónicas ofrecen la misma exactitud y precisión que sus homólogas manuales, pero sin el esfuerzo físico. Son especialmente útiles en la multidispensación, un proceso que implica dividir un reactivo en diferentes dosis.

Por ejemplo, un científico que transfiera una mezcla maestra de PCR a una placa de 96 pocillos se beneficiaría enormemente del uso de una pipeta electrónica. Usar una pipeta manual requeriría 96 transferencias individuales, lo que resultaría en una importante tensión ergonómica. En cambio, una pipeta electrónica puede reducir el número de transferencias en un 30 % o más, dependiendo del tamaño de la punta y del volumen de líquido a transferir. Además de ahorrar tiempo, el uso de pipetas electrónicas minimiza el riesgo de lesiones y fatiga en las manos.

El uso de un motor interno regula la velocidad de desplazamiento del aire y la fuerza de dispersión, lo que ayuda a reducir la contaminación del cilindro y a prevenir la formación de burbujas. Pueden preprogramarse para adaptarse a tareas específicas del laboratorio, lo que aumenta la eficiencia. Las pipetas electrónicas también ofrecen un espaciado ajustable entre las puntas, lo que permite a los científicos transferir múltiples muestras simultáneamente.

4.Pipetas electrónicas multicanal
Las pipetas electrónicas multicanal combinan la eficiencia de múltiples cabezales con las ventajas ergonómicas de la automatización. El uso de ambas tecnologías puede aumentar drásticamente la eficiencia en el llenado de microplacas. En muchos casos, el tiempo necesario para completar la tarea puede reducirse a menos de un minuto.

5.Pipetas serológicas
Las pipetas serológicas, utilizadas en cultivos de tejidos y células, suelen fabricarse de vidrio o poliestireno. En laboratorios donde la esterilización es una prioridad, los científicos suelen utilizar pipetas desechables de plástico resistente. Las pipetas serológicas también se utilizan comúnmente para dosis líquidas superiores a 1 ml.

6. Pipetas paso a paso manuales
Con un rango de dispensación de hasta 5 ml, las pipetas Manual Stepper son ideales para tareas básicas y repetitivas. Funcionan mediante el principio de desplazamiento positivo y permiten dispensar rápidamente muestras pequeñas de forma sucesiva sin necesidad de rellenar la cámara. Gracias a este principio, las pipetas Manual Stepper son ideales para líquidos viscosos y volátiles difíciles de manipular.

Cómo elegir la pipeta adecuada

Al utilizar una pipeta de laboratorio, es fundamental elegir el instrumento adecuado. Como se mencionó anteriormente, el rendimiento y la funcionalidad de la pipeta pueden variar significativamente entre modelos. Antes de seleccionar una pipeta, siempre se debe considerar lo siguiente:

El tipo de tarea que se realiza está directamente relacionado con la función de la pipeta en el laboratorio. ¿Requiere exactitud y precisión, o es más importante la velocidad? La respuesta determinará el tipo de pipeta que se utiliza.

2. ¿Qué tipo de líquido se transporta? ¿Es corrosivo y podría dañar una pipeta inadecuada? La viscosidad de la muestra también puede determinar el equipo de pipetas utilizado.

3. ¿Cuánto tiempo tarda el operador en recuperarse entre sesiones? Para tareas de alta intensidad, el operador podría necesitar descansos regulares o cambiar de compañero cada 30 minutos.

4. ¿Es la tarea repetitiva? De ser así, las pipetas ergonómicas pueden ser beneficiosas, ya que reducen la fatiga y minimizan el riesgo de errores que pueden comprometer la exactitud y la precisión.

5. El presupuesto suele influir en el tipo de pipetas que se utilizan en los laboratorios. Las pipetas electrónicas suelen ser más caras que las manuales, lo que las hace más comunes en laboratorios con menos tecnología.

Leyendo el manual

Puede sonar a cliché, pero cuando se trata de las mejores prácticas de uso de pipetas en el laboratorio, leer el manual es fundamental. Cada pipeta es diferente y las funciones pueden variar entre modelos, incluso si pertenecen a la misma categoría. Todo el personal de laboratorio debe comprender bien cómo usar las pipetas disponibles en su lugar de trabajo. Además de mejorar la precisión, la eficiencia y la fiabilidad, un conocimiento profundo del uso de los aparatos de pipetas en el laboratorio es fundamental para la salud y la seguridad en el trabajo.