El liofilizador en el laboratorio se puede utilizar para congelar muestras líquidas (como cultivos celulares, suero, enzimas, anticuerpos, vacunas, etc.) a temperaturas ultrabajas y luego eliminar el agua de las muestras a través de los siguientes pasos:

1. Congelación: Congele rápidamente la muestra a baja temperatura.

2. Adsorción al vacío: al establecer un entorno de alto vacío, el agua se convierte del estado sólido al estado gaseoso, eliminándose así de la muestra.

3. Calentamiento: Calentar gradualmente la muestra a temperatura ambiente.

Este proceso se denomina liofilización. La liofilización protege los principios activos de la muestra, mejora su tiempo de almacenamiento y estabilidad, y facilita su almacenamiento y transporte. Además, convierte las muestras en polvo, lo que facilita su repetición, análisis y uso. Por lo tanto, los liofilizadores son equipos experimentales esenciales en numerosos experimentos biológicos y químicos.